
“Al principio duele, pero después nos acostumbramos”
mayo 20, 2024
Rodrigo Espinosa, gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi, se refirió al fuerte aumento que reflejaron las últimas facturas de gas.
En diálogo con la prensa, el representante del ente sostuvo que “las facturas que abonaban los usuarios eran extremadamente bajas” y explicó que en función de ello hubo un salto “doloroso” pero necesario. Aunque momentaneamente la medida estaría pausada, anticipó que el plan entre prestatarias y el Gobierno nacional contempla más aumentos y con periodicidad mensual.
El gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi, Rodrigo Espinosa, fue consultado por la prensa local acerca de las causas del incremento tarifario del servicio de gas que, en algunos casos, alcanzó el 1.000%.
Espinosa comenzó señalando que “lo que ocurrió en Argentina es que desde el mes de abril están rigiendo nuevos cuadros tarifarios. Cada uno de los componentes que hacen a la factura ha tenido adecuaciones. La factura es la herramienta mediante la que toda la cadena energética remunera su actividad. Camuzzi le compra la molécula de gas a un proveedor y luego lo distribuye, por lo que se queda con el 5%. Somos quienes debemos dar explicaciones y cuando cobramos, nos damos vuelta para entregar a cada una de las partes lo que les corresponde”.
El representante de Camuzzi manifestó también que “hay que entender que cuando uno desglosa una factura, el 90% del monto corresponde al costo del gas. Son varios elementos los que se cruzan: uno tiene que ver con el consumo y el otro, con la categoría del usuario. A mayor consumo, mayor tarifa y a mayores ingresos, más se paga. Es importante tener en cuenta que el Estado nacional decidió poner el acento no tanto en el consumo sino en la categoría de ingresos del usuario. Por eso el mayor incremento se da en los residenciales de clase alta. A la clase baja no se la tocó y a la clase media se le dio una parte de subsidio”.
Sobre los fundamentos que sustentan la medida que pone en jaque a gran parte de los consumidores de gas natural, el entrevistado refirió que “lo que venía ocurriendo es que las facturas que abonaban los usuarios eran extremadamente bajas. Cuando vemos los análisis de algunos usuarios, pre aumento y con alto poder adquisitivo, estaban teniendo facturas de $2.700. Esto es porque en algún momento y por decisiones ajenas a Camuzzi se decidió congelar tarifas. Cuando eso ocurre, el salto que después debe realizarse es más doloroso. No es sano, ni saludable, sostener tarifas congeladas, porque el usuario sufre el rebote y se daña la infraestructura energética”. A modo de ejemplo de sus dichos, Espinoza hizo un paralelismo con la suba de la nafta: “Mes a mes hay fluctuaciones en el precio. Al principio duele, pero después nos acostumbramos”.
Consultado el referente si todavía rige la aplicación del item Zona Fría, dado que por los montos que los usuarios de viviendas familiares deberán pagar podría inferirse que no, respondió que “la Zona Fría, que protege a usuarios de toda la Patagonia, sigue plenamente vigente. Los usuarios abonan solo un 50% de lo que sale la factura”.
Tras el impacto que generó en el público usuario del servicio, el gerente empresarial adelantó que los montos podrían todavía ser superiores en el futuro mediato: “El acuerdo entre el Gobierno nacional y las prestadoras del servicio consistía en un incremento en abril, para sostener la operación, asociada a un plan de inversiones. Luego, actualizaciones mensuales. Eso es todo lo que se aprobó, aunque están suspendidos los aumentos mensuales. Estos cuadros tarifarios que se aplican en Argentina, contemplan además que la molécula de gas tiene un valor cercano a 2,90 dólares, mientras que en el mundo, eso vale 13 dólares. Argentina además no produce lo que necesita para consumir, está en alrededor de un 85%, lo que significa que hay un 15% que hay que comprar en invierno y a valor del mundo”.

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Diario Prensa