UN HOMBRE MATO A MARTILLAZOS A SU MUJER, PIDEN CAPTURA INTERNACIONAL

Con fotos del asesino en las redes sociales y perros que le siguen el rastro, buscan desde hace dos días a Roberto Ramón Romero (46)

Quizá porque la búsqueda de quien fuera la pareja de Esperanza ha sido infructuosa pese a los rastrillajes, también la foto de Roberto Ramón Romero (46) circula por las redes sociales con posteos que rezan: “Si sabés algo, o lo viste, no seas cómplice. Llamá a la comisaría más cercana o comisaría de San Pedro”.

Lo cierto es que sobre Romero (46) pesa ya una orden judicial de captura nacional e internacional: lleva prófugo algo más de 48 horas. El mismo tiempo que pasó desde que se descubrió el cuerpo de Esperanza: lo encontró su hija el domingo pasado, envuelto en una frazada y en la misma casa donde vivía con su asesino.

En la propiedad de la calle San Lorenzo al 3.000, también hallaron un martillo ensangrentado con el que se presume fue asesinada a golpes Esperanza.

Ante la premura por dar con el asesino de Esperanza, durante el lunes, los investigadores hicieron una una serie de rastrillajes con perros adiestrados.

Para eso participó la brigada K9 de Escobar, con el perro Bruno: se trata de un weimaraner considerado por los investigadores como «el Messi de los canes».

El trabajo de Bruno en la reserva de Santa Catalina de Lomas de Zamora en 2017 fue clave en el caso del crimen de Anahí Benítez. También, en el doble femicidio de Cristina Iglesias y de su hija Ada, ocurrido en Monte Chingolo en marzo.

Pero Bruno no trabajó sólo. También estuvieron los de la brigada K9 de la localidad santafesina de Villa Constitución. Entre todos, siguiendo el rastro de Romero, los perros realizaron un recorrido de 600 metros desde la escena del crimen hasta el museo «El Sueño del Tano», donde se encontraron huellas de bicicleta.

También se rastrillaron caminos de tierra en una zona de campos ubicada frente a la calle Lucio Mansilla. «El prófugo conoce todos los lugares en San Pedro. Encontramos algún rastro pero al anochecer suspendimos la búsqueda porque hasta donde nos llevó Bruno era una zona de complicado acceso y no quisimos arriesgar a los perros», dijo a Télam un vocero vinculado a la investigación.

Este martes continuaban los rastrillajes para dar con Romero, mientras la Justicia liberaba el cuerpo de Esperanza para que, en el marco de las limitaciones que impone la pandemia, sus restos sean inhumados en el cementerio local.

La autopsia al cuerpo de Esperanza determinó que su asesino le dio ocho golpes en la cabeza que le provocaron una hemorragia interna. Y, según la data de muerte, el crimen se cometió entre la noche del sábado y la mañana del domingo.

Una amenaza

José Luis, un hermano de Esperanza, contó a la prensa local que el sospechoso y la mujer «ya venían peleando hace rato» a raíz de una «situación gravísima» que ocurrió en el seno familiar y de la que no quiso hablar.

Y dijo que, seguramente, el asesino «lo tenía planeado». Además, contó que luego de haber cometido el crimen de Esperanza le mandó una grabación a su mamá amenazándola, que ella tenía la culpa, y que se iba a entregar en San Nicolás, algo que no sucedió.

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El caso, caratulado como «femicidio​«, es investigado por la fiscal de San Pedro Viviana Ramos.

Con información de Télam