TikTok: furor por Nancy Raqueta, la abuela argentina que tiene tres millones de fans

TikTok: furor por Nancy Raqueta, la abuela argentina que tiene tres millones de fans

abril 30, 2021 0 Por quetepasa1

Es una profesora de música jubilada de 71 años que cobró popularidad en la red social a partir de la pandemia. Cada uno de sus videos tiene decenas de miles de reproducciones. 

Quién es la mujer de 71 años que baila hip hop, se tiñe el pelo de azul y rosa, y es furor en redes sociales. Se trata de Nancy Roqueta, una argentina de 71 años, que con su personalidad encandiló a casi tres millones de seguidores en TikTok, de todas partes del mundo.

“Es el mejor regalo que puedo tener, antes de mis ocurrencias me reía yo y nada más, ¿pero viste? Nunca así, tantas personas”, dijo Roqueta, quien en cada uno de sus videos tiene decenas de miles de reproducciones, según consignó la agencia Efe. 

Roqueta, que es profesora de música jubilada, cuenta que su popularidad en TikTok comenzó al inicio de la pandemia de Covid-19. Con la contagiosa risa que tiene para comunicarse, Roqueta no tardó en encandilar a quienes veían sus primeros videos, aunque ella reconoce que al principio no sabía borrarlos: “ahora sí me sale, pero antes, como saliera, así lo mandaba”.

Las reproducciones se dispararon cuando la artista argentina Lali Espósito le comentó uno de sus gags y más tarde se multiplicaron exponencialmente cuando Camilo, autor de canciones como “Vida de rico” y “Bebé” y uno de los cantantes más populares de la actualidad, empezó a hacer varios microvídeos junto a ella.

“Él me dijo ‘quiero que cantes conmigo esta canción’, y yo le digo ‘bueno, voy a aprenderme la letra y lo hice y le encantó. Dice que yo soy su ‘tiktoker’ favorita”, contó Roqueta entre risas.

Uno de sus sueños sería poder “conocerlo personalmente o que podamos hacer alguna música juntos”, aunque también le gustaría conocer a Lali, consignó Efe. 

Luego de haber estado la mayoría del tiempo del año pasado resguardada en casa, recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, es asi que Roqueta aprovechó para conectarse de manera improbable con la Generación Z.

Un día fue a la peluquería y pidió que le cortaran el pelo rapado en uno de los lados y teñido de rosa y azul, “lo que se hacen ahora todos los jóvenes que se ponen de todos los colores y se pelan de un costado”.

“Iba por la playa y los seguidores me reconocían por el pelo”, rememoró sobre sus últimas vacaciones en la costa argentina, en las que pasó una gran cantidad de tiempo haciéndose fotos con los fans.

En un año complicado para muchos adultos mayores, a ella la vida le “ha cambiado para bien”.

“Yo lo hago para divertirme, porque me gusta. Me tuvo muy entretenida TikTok. Y a través de las redes me conecté con gente que lo necesita”, explicó sobre asociaciones benéficas que conoció por internet y con las que ahora colabora en su ciudad, Hurlingham, a las afueras de Buenos Aires.

“Desesperación por aprender”, ese es el autodiagnóstico que se da esta particular influencer de 71 años, una de las primeras adultas mayores latinoamericanas en generar una comunidad de seguidores en esa red social.

Y es que, cuando se jubiló, Roqueta se inscribió en la carrera de viola en la Universidad Nacional de Hurlingham.

Ahora toca ese instrumento de cuerda en la orquesta sinfónica de esa universidad -además de ser su acordeonista solista, ya que ese es el instrumento que toca de toda la vida-.

Echa de menos a sus compañeros de orquesta, ya que no pueden ensayar de manera presencial, pero al menos sí ve de vez en cuando a su familia: tiene dos hijos y cinco nietos, aunque su personalidad es con toda seguridad de las más jóvenes de la familia.

Este “regalo” de la popularidad y el cariño de los millones de mensajes que recibe en cada video le llegó a Roqueta después de una vida no exenta de reveses: nacida en Uruguay, enviudó allí en 1979 y emigró a Argentina, donde empezó de cero hasta que consiguió ser profesora de música en escuelas.

“Soy feliz con lo que hago”, sentenció, otra vez con una sonrisa inquebrantable.

Fuente Cronica.