Vecino encuentra en su jardín una “callisphyris leptopus Philippi”

Vecino encuentra en su jardín una “callisphyris leptopus Philippi”

febrero 4, 2022 0 Por quetepasa

Hallazgo en Ushuaia de una rara especie de insecto.

Especialistas entomólogos consultados refieron que no es usual que este tipo de ejemplares habite en zonas urbanas, aunque forma parte de la fauna insectívora de la isla de Tierra del Fuego y de la Patagonia.

Posado sobre una pared de siding, un vecino de Ushuaia se sorprendió ayer por la mañana al ver un extraño insecto. Con aproximadamente 6 cm de largo y 2 de ancho, el animal permaneció impasible sobre la tabla de fibrocemento, poniendo con el correr de las horas, cuatro huevos.  Uno a uno se fueron desprendiendo de su cuerpo semejando capullos o caparazones de caracol, de color negro.
Consultados algunos especialistas entomólogos de la zona fueron coincidentes en identificar al visitante como un “callisphyris leptopus Philippi”, de la familia de “perforadores o taladradores de madera”.
Los expertos refirieron a Diario Prensa Libre un dato curioso sobre el insecto: “El callisphyris coléoptero cerambícido se caracteriza porque su aspecto trata de imitar al de las avispas. Esto es para aparentar ser un peligro para posibles depredadores y mantenerlos alejados. Como simula ser una avispa, mantiene a raya a aves, lauchas u otros animalitos que piensen en comérselo. Así se mimetiza para no parecer un insecto inofensivo y parecerse a otro que inspire peligrosidad. Recurre a cambiar su forma como arma de defensa o de disuasión, lo cual es muy interesante”.
El inusual espécimen aparecido en una vivienda emplazada en el sector sur de Ushuaia, en la calle Formosa y Salvador Dalí, a metros de la avenida Hipólito Yrigoyen, cerca de una lenga, fue definido por las fuentes consultadas como “un taladrador que por lo general hace túneles en maderas jóvenes y blandas. La bibliografía dice que suele vivir en los ñires, pero en este caso no podría descartarse que haya elegido un nothofagus como la  la lenga, para habitarla. El callisphyris coléoptero cerambícido que encontró el vecino, por lo que se puede ver en la foto que nos mostró, es una hembra adulta porque además de poner huevos no tiene como el macho, las antenas divididas. Este bicho volador vive unos dos o tres años en el interior del árbol, haciendo galerías, del que luego sale para reproducirse y morir. En las patas tiene pelos, como si fueran cepillitos, en los que se adhieren las esporas de hongos que pone en lugares ásperos, o con cavidades, para desovar. Tal vez la tabla de fibrocemento le resultó lo suficiéntemente rugosa como para depositar sus huevos. Y no se equivocó porque los cuatro que puso quedaron adheridos perfectamente”.
Finalmente la fuente consultada remarcó que el pequeño ser de patas largas de color anaranjado y cuerpo peludo, no pica ni su presencia causa ningún tipo de daño al humano. “Si se lo encuentra, como rara vez pasa, simplemente hay que dejarlo que siga su camino, volando”.


Diario Prensa